
Hay algunas cosas que de este lado del mundo, y hablando un idioma distinto, no entendemos. Una regla básica aprendiendo otro idioma es no traducir palabra por palabra sino la frase entera. ¿Cómo traducis "a caballo regalado no se le miran los dientes"?
Edison Cavani, jugador de fútbol uruguayo, sólo respondió una historia en Instagram, nada mas que eso. Esta acción le valió ser sancionado por su club actual, el Manchester United. Lo suspendieron por tres fechas y tiene que pagar 100.000 libras esterlinas.
Pero... ¿qué decía la historia que respondió? "Gracias, negrito". Sí, eso que nos parece un tanto ¿inocente? a nosotros, los hispanohablantes de este lado del planeta, a los ingleses les parece un acto de racismo supremo.
Luego de que él haya jugado un buen partido, un amigo suyo (pablofer2222) publicó una historia en Instagram con una foto de Cavani y la frase "así te quiero matador!!!". A lo que el ex jugador de PSG le respondió con la frase que lo condenó.
Edison tras enterarse de la sanción impartida por el United rompió el silencio y publicó una carta diciendo que aceptaba la multa pero que no la compartía, que jamás sus intenciones fueron ofender a otra persona.
Al enterarnos de lo sucedido en esta parte del continente no surgieron más que indignaciones. Desde la academia nacional de letras de Uruguay hasta Marcelo Tinelli.
👏👏👏👏👏 https://t.co/fbydbN03MY
— marcelo tinelli (@cuervotinelli) January 2, 2021
Según el comunicado de la academia "Cabe agregar que para poder insultar en español, en inglés o en cualquier otra lengua, se requiere tener la capacidad de ofender al otro, de provocarlo, de irritarlo con las palabras usadas."
Y ahí esta el meollo del asunto: Cavani nunca quiso insultar a nadie. Una sumatoria de cosas hacen que este tema sea algo, la ignorancia de los ingleses, la hipocresía y falsa moral.
Además de la obligación también moral de Edison de aceptar la sanción y no apelarla. Sin dudas esto va a quedar en la historia como un mal entendido lingüístico. De ahora en más está en los británicos aceptar su error y retractarse, y que todo quede en un ridículo error descontextualizado, o quedarse en su necia posición.